lunes, 19 de enero de 2009

La Media Cobija

LA MEDIA COBIJA

Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa. Durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia. Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna. A los setenta años, Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, ahora brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera, y decidió por primera vez en su vida acercarse y pedirle un favor. Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía el hijo con su familia.
-¡Hola papá, qué milagro que vienes por aquí!
-Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo; además estoy cansado y viejo.
-Pues a nosotros nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que ésta es tu casa.
-Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
Entonces, ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? ¡Estoy tan solo!.
-¿Quedarte a vivir aquí? Si... claro...pero no sé si estarías a gusto. Tu sabes, la casa es chica...mi esposa es muy especial...y luego los niños...
-Mira, hijo, si te causo muchas molestias olvídalo. No te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano.
-No padre, no es eso. Sólo que...no se me ocurre donde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían...a menos que no te moleste...
-¿Qué hijo?
-Bueno dormir en el patio...
-Dormir en el patio... está bien.

El hijo de Don Roque llamó a su hijo de doce años.
-Dime papá.
-Mira, hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se tape en la noche.
-Sí, con gusto...y ¿dónde va a dormir?
-En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa, ya sabes cómo es.

Luis subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre.
-¿Qué haces Luis? ¿Por qué cortas la cobija de tu abuelo?
-Sabes papá estaba pensando...
-¿Pensando? – Sí,
En guardar la mitad de la cobija para cuando tú seas ya viejo y vayas a vivir a mi casa.

2 comentarios:

  1. Lecciones de la vida

    A veces queremos lo mejor para nuestros seres queridos, hacemos sacrificios para darle todo, creemos que dar lo mejor a nuestros hijos es lo mejor...

    Probablemente es mejor enseñarles lecciones a las personas para que mejoren en vez de regalar monedas.

    Otra cosa que debemos aprender es aprender a compartir, no regalar, no compartir fortuna ni cobija, compartir conocimiento y sabiduría es lo que realmente alimenta nuestro ser.

    Sin embargo es importante dar las cosas sin esperar nada a cambio.

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  2. hola ps la verdad esta muy bonita la leccion esa reflexion es muy buena me gusto mucho tiene mucha razon gracias por invitarme ojala si tienes otras me invites de new soy luis pikachu gracias carnal

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