“Y LA DISTANCIA LE GANÓ AL AMOR”

Angustia, miedo, decepción, tristeza, melancolía, frío, olvido... ¿Qué podrá matar mi cuerpo? Aún ignoro el objeto o la persona que marcará el fin de mi existencia, pero y mi alma ¿ con qué será acabada?..... Hoy fue un día de los que más me gustan, pero la alegría no llegó con el amanecer, mi cabeza llena de cosas que hacer, que apenas tuve tiempo de notar a la melancolía que llegó a visitarme. Al terminar de alimentar el descomunal cuerpo que me pertenece, empecé a memorizar mis notas escolares; y siendo la melancolía irrespetuosa, no me dejó concentrar.

En todos lados tu nombre escrito está, y sin dejar de ver tu fotografía, siento hoy que mi lado no estás, hoy más que nunca en mi mente no dejaste de surgir en forma de pensamientos que robaron a mi aliento el suspiro, sólo la melancolía pudo percatarse de las efímeras ilusiones que el timbre del teléfono y la puerta causaron en mí; la lógica (debo aclarar que es lo más difícil) no permitió que mi visión se humedeciera a causa de la melancolía, y conviví a la hora de la cena con todas esa personas que forman mi hogar, mientras comíamos estas palabras “.... NO TE HAGAS ILUSIONES, QUIZÁS ESTÉ HACIENDO SU LUCHITA POR ALLÁ,.... NO HAGAS MÁS PLANES PENSANDO EN ÉL, PORQUE ÉL NO LOS HACE PENANDO EN TI” fueron el detonante en mis oídos, la victoria de la melancolía, el fracaso de la lógica y las causantes de que más de un par de lágrimas naciera de mis ojos, rodara por mis mejillas y muriera en mis labios, dándome aquel sabor amargo que al corazón o supe esconder...

En pocas palabras hoy estuve triste, esperando que el teléfono me diera la grata sorpresa de escuchar tu voz o siquiera leer aquellas palabras que escribiste pesando en mí... Hoy ¡te extrañé!, más de lo que una flor extrañaría el rocío del amanecer, o la oscuridad a la luna, o la Tierra al sol.

Por último puedo decir que a pesar de ello...
TE AMO... COMO NADIE MÁS LO HARÁ